Hacerse autónomo: Estos son los impuestos a pagar y principales obligaciones

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A la hora de emprender un negocio, los aspectos clave son tener una idea empresarial y cierto talento para desarrollarla. Sin embargo, sea cual sea el sector de la empresa y el tipo de negocio, todo emprendedor tendrá que llevar una contabilidad y hacer frente a la fiscalidad, con independencia de sus conocimientos o su interés por esta materia. Por ello, un programa de facturación evitará al autónomo más de un quebradero de cabeza, al facilitarle el cumplimiento de sus obligaciones.

No se trata de una cuestión baladí, ya que mantener una adecuada gestión de los impuestos y llevar una correcta contabilidad, puede marcar la diferencia entre obtener beneficios o no, al conseguir una optimización fiscal de los impuestos a pagar. Además, puede ahorrar imprevistos y posibles contratiempos.

Dado que, a pesar de la importancia de este aspecto, un emprendedor no tiene por qué tener conocimientos sobre contabilidad para autónomos, un programa de contabilidad que le facilite esta tarea puede resultar muy útil. A continuación, vamos a realizar un pequeño recorrido por las principales obligaciones que cualquier autónomo tendrá que enfrentar.

Tipos de impuestos a pagar

A pesar de que prácticamente existen solamente dos impuestos que todo autónomo tendrá que pagar, como son el IVA y el IRPF, su gestión puede llegar a ser tediosa, especialmente si no existe un conocimiento profundo de los mismos y no se sigue un adecuado programa contable.

IRPF

En cuanto al IRPF, no se limita a una declaración anual realizada a través del modelo 100, que se realiza entre los meses de abril y junio, sino que, en el caso de los autónomos, deben realizarse pagos trimestrales, a través del modelo 130 para estimación directa o para módulos, hasta el día 20 en los meses de abril, julio y octubre y hasta el 30 en el mes de enero, por valor de aproximadamente el 20% de los beneficios obtenidos. En la declaración anual, según los beneficios totales, Hacienda devolverá una parte de lo ingresado trimestralmente o requerirá una cantidad a pagar. Para simplificar y controlar la información financiera es recomendable ayudarse de un programa contable.

Todo autónomo optará entre el régimen de módulos y la estimación directa. Para elegir uno u otro es conveniente asesorarse por un experto y decidir cuál será más beneficioso en cada caso concreto. A grandes rasgos, debemos saber que sólo pueden optar por el régimen de módulos aquellos autónomos que realicen una actividad incluida en la orden ministerial que se publica anualmente al efecto. También han de cumplirse una serie de requisitos relacionados con el volumen de ingresos, compras y facturación. La principal ventaja de este régimen es la reducción de la complejidad, al pagar siempre una cantidad trimestral fija, con independencia del beneficio obtenido. En estimación directa, se pagará en relación a lo que se gane, por lo que si no hay beneficios, no se paga, no obstante, en los casos de beneficios elevados, el pago de impuestos será mayor que en el régimen de módulos.

IVA

El IVA (Impuesto de Valor Añadido) es un impuesto que grava al consumidor final, pero que es recaudado por el empresario, que hace de intermediario. Al igual que sucede con el IRPF, todo autónomo tendrá que hacer declaraciones trimestrales, modelo 303, y anuales de IVA, a través de la presentación del modelo 390. Para evitar imprevistos y sorpresas, es conveniente conocer la cantidad de IVA que tendremos que ingresar en cada momento, para lo que puede ser de gran utilidad utilizar un programa de facturación. En cualquier caso, la recomendación es no utilizar nunca el dinero que se retiene de IVA como beneficios, ya que es una cantidad que en ningún caso pertenece al autónomo.

La declaración del IVA corresponde con la diferencia entre el IVA repercutido a los clientes y el IVA soportado en las propias facturas.

Otros impuestos

Además de los principales impuestos a los que nos hemos referido, existe también el IAE (Impuesto de Actividades Económicas), en el que todo autónomo debe darse de alta. Sin embargo, existe una exención para aquellos autónomos que no lleguen a una facturación de 1.000.000 de euros, por lo que no tiene importancia en pequeños negocios.

Ha de tenerse en cuenta también que aquellos autónomos que tributen como sociedad mercantil, en lugar de pagar el IRPF, pagarán el Impuesto sobre Sociedades.

Importancia de mantener una correcta contabilidad

La contabilidad es un aspecto crucial para el desarrollo de un negocio, que no sólo nos permite llevar un control de los ingresos y los gastos, sino que nos aporta información sobre su desarrollo, señala los aspectos débiles y permite la optimización de los impuestos, para evitar pagar más de lo necesario, pero también menos, lo que nos permite prevenir posibles multas y sanciones.

Por ello, para un autónomo, especialmente pequeños autónomos que no pueden soportar un pequeño imprevisto, es interesante prestar atención al aspecto contable, ayudándose de todas las herramientas a su alcance.

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