Artículo invitado realizado por Pablo Guerrero, especialista en analítica web y SEO en Analíticamente.
En primer lugar, hay que tener en cuenta los objetivos generales del sitio, que se denominarán macroobjetivos. En función de la fase en la que se encuentre la empresa, se tendrán que definir unos macroobjetivos u otros. No es lo mismo una empresa que acaba de comenzar su andadura en Internet que una empresa consolidada que lleva más de 3 años vendiendo y que tiene unos clientes consolidados.
Vamos a ver cada uno de los 2 tipos de empresas (en función de la fase en la que se encuentran) que se mencionan anteriormente:
En primer lugar, si una empresa acaba de salir al mercado, su objetivo tiene que ser que se conozca su producto y/o servicio, por tanto, en este caso el macroobjetivo va a ser atraer a usuarios al sitio web para que sepan que hay una nueva alternativa en el mercado. En este momento, la conversión nos tiene que importar, pero no se encuentra entre las prioridades inmediatas del sitio web.
Tenemos que el macroobjetivo es: conseguir usuarios para el sitio web. ¿Qué acciones pueden conseguir que el sitio web tenga más usuarios?
Por ejemplo, publicidad en Google Adwords, Campañas en Facebook Ads, posicionamiento en google… Todas estas acciones van a ayudar a que el sitio web pueda llegar a mucha gente y el servicio sea conocido por la audiencia, por tanto, se pueden definir como microobjetivos. En la siguiente fase habrá que definir otros macroobjetivos en función de las necesidades existentes.
En el ejemplo de la empresa que lleva 3 años en el sector, habría que fijar otro macroobjetivo que sería aumentar el porcentaje de conversión. Al tratarse de una empresa que ya es conocida en el sector, con una clientela solida que confía en dicho servicio, sus necesidades pasan por vender un mayor número de unidades.
En este caso, el macroobjetivo sería: mejorar el porcentaje de conversión (CRO). ¿Qué se puede hacer para conseguir un volumen superior de ventas?
Para conseguir mejorar el CRO, lo que se puede hacer es reducir el porcentaje de rebote de las principales páginas de destino, mejorar los CTA (call to actions), modificar el copywritting para ver si se consigue vender más… Todas estas acciones formarán parte de los microobjetivos.
Hay que ser consciente de que si se consiguen mejorar los microobjetivos, se logra incrementar el número de ventas o el número de usuarios que visitan un sitio web, por tanto, se puede decir que si se estudia cuáles son los factores que pueden hacer mejorar los microobjetivos, se va a conseguir mejorar el macroobjetivo.
Siempre que hay un problema, hay que intentar dividirlo en el mayor número de partes para solucionar o afrontar cada una de esas partes con un porcentaje de éxito superior.
No siempre es sencillo identificar cuál es el macroobjetivo del sitio porque varía en función del tipo de negocio que se trate, el tiempo del sitio web, el nivel de competencia, el tipo de público objetivo…
Siempre que quieras mejorar algo, divídelo y lo conseguirás.